Hugo “El Cojo Feliz”.
Una comedia trágica
“Hola yo soy El Cojo Feliz,
porque como pueden notar soy…”
Esta es la frase con la que Hugo
Alberto Pérez Acevedo “El Cojo Feliz” inicia cada uno de sus shows de stand up
comedy y desde esas primeras líneas, logra captar la atención del público y
arrebata una carcajada de cada uno de los presentes.
A lo largo de su presentación,
Hugo nos platica cuestiones referidas a su vida personal, desde la carrera que
estudió hasta los duros golpes que la vida le ha encajado tanto a nivel físico
como sentimental.
Egresado del Instituto
Politécnico Nacional (IPN) de la Licenciatura en Ciencias de la Informática de
la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, Ciencias Sociales y
Administrativas (UPIICSA), Hugo Pérez nos platica en entrevista cómo decidió
cambiar su rumbo de informático por comediante y comenta lo difícil que fue
enfrentarse a su familia y a su pareja en aquel momento.
“Desde antes de titularme yo ya
tenía un trabajo estable en el mundo de la informática y cuando yo decido dejar
de lado mi trabajo e incluso mi carrera, mi familia se me vino encima porque no
podían entender que después de tantos años de estudio y todo lo que tenía en ese
momento yo decidiera renunciar a eso por alcanzar un sueño”
“Mayumi (ex novia de Hugo) había
soportado muchas cosas y lo que yo menos quería era lastimarla y cuando le dije
lo que quería hacer noté cierto enojo en ella pero al final me apoyó como
siempre lo había hecho”, comentó.
La inquietud de Hugo por la
comedia comenzó precisamente en UPIICSA mientras estudiaba su carrera. Fue en
el tercer semestre cuando decidió ingresar al taller de teatro de su
universidad y ahí es donde descubrió su facilidad para dominar el escenario
haciendo principalmente, reir a las personas.
“El taller de teatro estaba a
cargo de Joel Castañeda que era un viejito bastante enojón. Siempre nos gritaba
y nos regañaba por cualquier cosa pero aun así me encantaba estar actuando.
Recuerdo las obras que montábamos, todas eran comedias y siempre estaba dentro
de los protagonistas. La verdad es que en cada ensayo hacíamos puras pendejadas
pero lográbamos divertirnos con eso y creo que al momento de cada presentación,
esas pendejadas eran precisamente el toque que hacía que la gente se
divirtiera”, señaló.
Poco más de un año y medio estuvo
en el taller de teatro y decide abandonarlo para buscar nuevas experiencias y
con más profesionalismo. Sin embargo, no contaba con el giro tan drástico que
enfrentaría.
“En febrero del 2010 comencé a
sentir un dolor muy fuerte en mi rodilla por lo que decidí acudir al médico. Lo
único que me comentó fue que tenía un esguince y que necesitaría una
rehabilitación tranquila, que no era nada grave y que en cuatro meses estaría
todo bien”, apuntó.
Pasaron los cuatro meses de su
rehabilitación y el dolor aumentaba. La rodilla de Hugo estaba inflamada y el
dolor era mayúsculo. Aquel doctor le indicó que necesitaría dos meses más de
terapia porque no había respondido bien al tratamiento pero que no se
preocupara.
Esa noche fue muy dolorosa para
Hugo y a la mañana siguiente, no podía doblar su rodilla izquierda.
“Fue una noche muy dolorosa.
Recuerdo que lloraba del dolor pero aun así logré dormirme supongo que del
pinche cansancio. Cuando desperté mi rodilla estaba más inflamada y no podía
doblarla. Le grité a mi papá e inmediatamente me llevaron al hospital”, señaló.
En el hospital, Hugo fue cedado
para tranquilizar su dolor y se le realizaron diferentes estudios. Después de
varias horas, recibió una noticia que cambiaría el rumbo de su vida.
“Yo estaba muy asustado por que
no sabía que pasaba con mi rodilla. De pronto entró el doctor a mi habitación.
Vi a mis papás aguantándose las lágrimas y no mames, me asusté mucho más”
“El doctor comenzó a
explicarme todo lo que me había pasado
desde los meses anteriores y cómo me había afectado el mal diagnóstico del otro
doctor”
“Fue el 14 de junio cuando me
dijeron que tenía cáncer en el fémur”, comentó el comediante.
Un año y medio de rehabilitación
el que tuvo que enfrentar Hugo. Fue un periodo muy difícil en su vida y muchas
veces quiso renunciar a todo. La depresión estaba inmersa en su persona y no
tenía intención de salir adelante.
Familiares y amigos intentaron
motivarlo a seguir luchando pero solo una persona consiguió darle el aliento
necesario para sobreponerse al cáncer.
“Yo no quería ver a nadie. Lo
único que quería era morirme. Estaba harto de las quimios y de vomitar todo el
tiempo. Estaba muy cansado y desesperado. Me veía al espejo y no me reconocía,
estaba pelón, sin cejas y demacrado”.
“Mis papás me alentaban pero yo
no quería seguir. Mi mejor amigo me explicaba que era por mi bien pero no quise
escucharlo”.
“Todos trataban de ayudarme pero
no me convencía hasta que Mayumi fue a verme y me pidió que recapacitara pero
tampoco le hice caso; entonces ella me dijo algo que jamás olvidaré. Me dijo
que aún estaba a tiempo de recuperarme pero que si yo decidía abandonar todo,
ella estaría a mi lado odiándome cada instante de su vida”, mencionó Hugo.
Las palabras de Mayumi fueron
capaces de hacer que Hugo retomara la rehabilitación. Ella estuvo a su lado en
cada proceso de la terapia y juntos salieron adelante.
Casi dos años duró la
rehabilitación de Hugo logrando deshacerse del cáncer, sin embargo, las
secuelas no serían solo mentales.
“Al terminar el tratamiento mi
doctor me dijo que estaba curado pero que no podía recuperar la movilidad en mi
rodilla. Me explicó que tenía dos opciones. La primera consistía en amputar la
pierna y colocar una prótesis que duraría unos 40 años y la otra era una
rehabilitación que me permitiría caminar con ayuda de un bastón y que me brindaría
mínima movilidad así que decidí la segunda opción”, dijo.
Hugo tomó la rehabilitación que
le permitiría caminar y se dedicó de lleno al trabajo de informático. Después
de tres meses, seguía sintiéndose infeliz por lo que decidió retomar aquello
que tanto le gustaba, la actuación.
Ingresó a un curso de actuación
de comedia y se le presentó la oportunidad de presentar un monólogo. La
aceptación del público fue sorprendente y la satisfacción de Hugo le indicaba
buscar más por ese camino. Una larga plática con su profesor desencadenó en una
propuesta de comedia diferente a todo lo que se había expuesto en el Distrito
Federal.
“Mi profesor me habló del stand
up comedy y decidí aventurarme en ese camino. Comencé a acudir a un bar en la
zona rosa donde podía subir al escenario a realizar stand up. Básicamente el
stand up comedy consiste en contar historias reales pero con humor y sarcasmo.
Es bastante complicado porque cuando cuentas un chiste vas a la segura pero
cuando cuentas una historia, está cabrón que todo el público capte y se ría”,
comentó.
La parte más complicada para el
stand up comedy, resulta ser el guión que se va a presentar. Sin embargo, Hugo
entendió perfectamente el concepto de historias reales y decidió realizar su
guión basándose principalmente en la carrera que estudió y en su lucha contra
el cáncer.
“Es en este punto cuando entiendo
que Dios tiene un plan para todos. Cuando escribo mi guión y saco toda una
historia sarcástica de lo que viví cuando me dio cáncer, comprendo que de no
haber pasado por esa situación, no habría tenido material interesante para
entrar como comediante de stand up”
Aquel padecimiento que lo tuvo
cerca de la muerte, se convirtió en el cimiento de su historia como comediante.
La picardía con que acompañaba cada comentario de aquella lucha lograron que el
público se sintiera parte de la vida de Hugo y esto le ha permitido sobresalir
rápidamente.
“La aceptación del público fue
fascinante. No podía creer lo rápido que me posicioné en el stand up. Después
de varias presentaciones, Héctor Suárez Gomís me contactó y me invitó a ser
parte de su equipo de trabajo y hasta la fecha sigo siendo su colaborador”,
apuntó.
El crecimiento artístico de Hugo
ha sido notable y en la actualidad realiza presentaciones en todo México y en
algunas partes de Estados Unidos. Su trabajo creativo lo han llevado a ser
contratado por René Franco como parte de su equipo de guionistas. Sin embargo,
a pesar del éxito obtenido Hugo “El Cojo Feliz” sigue luchando por superarse
día con día recordando con firmeza de donde viene y entendiendo que cada
instante de la vida, es una historia digna de contarse en un escenario de stand
up comedy.
“Soy Hugo “El cojo Feliz” por que
como pueden notar soy…”
“Dios me puso a prueba y me dio
lo que necesitaba. Agradezco cada instante de mi vida y no me arrepiento de
nada. Lo único que puedo decirles a todos aquellos que se quejan de las
situaciones negativas que Dios les pone en su camino, es que mi historia se
basa principalmente en encontrar un sentido feliz a todo aquello que me hizo
llorar”, finalizó el comediante.